Publicado el 21 de octubre.
- Cuándo: 5 de noviembre de 2019, a las 19:00 h.
- Dónde: Asociación Cultural “VENTILLA-ALMENARA.
- Calle Geranios, 22 – MADRID.
- Metro Línea 9: Pza. Castilla – Ventilla.
Esta conferencia –a cargo de Leonardo Bermejo, socio de Trotea– recorrerá al reinado de Fernando VI, calificado como el “rey pacífico”, un reinado corto (13 años). Fernando contrajo matrimonio con Bárbara de Braganza (hija de Juan V de Portugal), en la Catedral de Badajoz en 1729. Fernando orientó su reinado a conseguir la paz y evitar nuevas guerras, concentrando sus energías en el desarrollo interior de España. Mientras que su padre Felipe V gobernó reforzando la autoridad del Estado, Fernando VI intentará convertirlo en un instrumento de cambio, y sus hombres de gobierno se aplicarán a la reforma de la estructura fiscal, el fomento de las manufacturas, la creación de una industria de armamento y construcción naval y a provocar cambios en la vida social, administrativa y económica del país.
En las realizaciones de este reinado tuvo especial relevancia un hombre que ya había colaborado con Felipe V: don Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada, que ocupó las secretarías de Guerra, Hacienda y Marina e Indias.
Fernando VI nombró a José de Carvajal y Lancáster secretario de Estado con atribuciones máximas en Asuntos Exteriores y que también se ocupará de la presidencia del Consejo de Indias y de la Junta de Comercio.
Política exterior
Carvajal impulsó una política exterior de neutralidad que separó a España de Francia y de la Guerra de Sucesión Austriaca y trató de mejorar las relaciones con Gran Bretaña. Todo lo rendirá a conseguir un equilibrio exterior para alcanzar la paz. No obstante, tanto Carvajal como Ensenada pretendían una neutralidad activa en este contexto internacional, y para ello fortalecieron el Ejército y la Marina.
“No hay potencia en el mundo que necesite más fuerzas marítimas que la de España, pues es península y tiene que guardar los vastísimos dominios de América que le pertenecen; y mientras España no tenga una marina competente, no será considerada de Francia e Inglaterra sus émulas más inmediatas” (Marqués de la Ensenada, 1747)
Sin embargo el hecho más execrable de su reinado fue el increíble trato que se dio al pueblo gitano. En 1749 el ministro Ensenada organizó, con la autorización del rey, una operación secreta en todo el territorio español y conocida como “La Gran Redada o Prisión General de Gitanos”, que tuvo por objetivo arrestar a todos los gitanos del reino, para conseguir el exterminio biológico del pueblo gitano en España.
En enero de 1750, el rey Fernando tuvo que firmar el Tratado de Límites de Madrid, negociado por su ministro Carvajal y por el ministro luso de Estado, Azevedo Coutinho. En ese tratado España adquiría la Colonia del Sacramento, pero reconocía los avances portugueses y les cedía nuevas tierras, en las que existían numerosas misiones (reducciones) jesuíticas del Paraguay que albergaban a más de 30.000 indios guaraníes. La resistencia de misioneros e indígenas al desalojo exigió enviar tropas en 1754, lo que producirá una guerra entre las tropas y los guaraníes.
A pesar de todo Fernando VI siguió tratando de mantener la política de neutralidad, pero cada vez era más difícil por el enfrentamiento creciente entre Francia e Inglaterra, que iba a llevar a la Guerra de los Siete Años (1756-1763).
La degradación personal de Fernando VI el último año de su reinado, en el castillo de Villaviciosa de Odón, no podía durar mucho tiempo y finalmente una apoplejía acabó con sus sufrimientos el 10 de agosto de 1759, decimotercer aniversario de su proclamación como rey. Fue un año terrible que no empaña la realidad de un reinado en el que «el rey pacífico» permitió gobernar a los mejores, sentando las bases de una cierta prosperidad en la que se apoyaría el gobierno de mejor cartel de todo la época de la Ilustración española protagonizado por su hermanastro Carlos, ya de camino desde Nápoles a España para heredar la corona hispánica.