NOSTALGIA JUVENIL, Fernando Díaz de Liaño, Otoño-2010
Torno la vista atrás, hacia los ayeres
y pugno con reencontrarme con ella,
esa diosa esquiva, la juventud,
y rememoro la hoguera que,
con su potente arribada,
se inflamó en la sangre de mis venas,
la energía que me insufló,
el atrevimiento y la alegría que me embargó,
el caudal de muchas risas que me concedió,
los amores que me alcanzaron
y la incertidumbre y, el desasosiego que me conmocionaron.
Pero también, descorazonado, recuerdo el día que
ella, la diosa, la juventud, huyó, me rehuyó, alejándose y esbozando, o así me lo pareció,
una sonrisa irónica y hasta cruel
después de abandonarme como estrella fugaz, que me dio y me quitó todo
dejándome como un náufrago desasistido,
prisionero de miles de nostalgias.