El pasado 25 de noviembre, la actriz Aída Mediavilla recibió el premio –compartido– a la Mejor Actriz Protagonista en el certamen de teatro clásico de Moratalaz por su interpretación de la joven invidente Juana en la obra ‘En la ardiente oscuridad’, de Buero Vallejo. La obra, dirigida por el presidente y socio fundador de Trotea Enrique Patiño, recibió a su vez el primer premio en el mencionado certamen.
P.- ¿Cómo te enteraste del premio? ¿Lo esperabas?
Estaba en el trabajo cuando recibí una llamada de Enrique Patiño, el director de la obra, y me dio la noticia. Me sorprendí, porque no lo esperaba.
Me encanta hacer teatro pero no tengo gran formación ni experiencia, así que no pensé que pudiera ganar el premio.
R.- ¿Y qué sentiste al escuchar tu nombre?
Me hizo ilusión. A todo el mundo le gusta que le reconozcan su trabajo. Pero tampoco he querido darle mayor trascendencia. Tengo aún muchas cosas que aprender.
P.- ¿Cómo ha sido el montaje de la obra?
Ha sido un proceso largo, que empezó hace ya casi un año.
Hicimos un breve análisis del texto, para luego seguir con algunos ejercicios destinados a trabajar la ceguera y las relaciones entre los personajes. Luego ya nos pusimos con el montaje de las escenas.
P.- ¿Cuál ha sido la mayor dificultad de este trabajo?
La ceguera me ha supuesto un gran reto. Al principio se me hacía muy difícil interaccionar con mis compañeros sin poder mirarles directamente. Los ojos, los gestos, la cara… es aquello en lo que más nos fijamos a la hora de hablar con alguien.
Así que tuve que aprender a escuchar de una manera más consciente. Y a utilizar el contacto físico – las manos – para comunicarme.
P.- ¿Qué diferencias encuentras con otros trabajos tuyos?
Hasta ahora siempre había hecho teatro universitario con personas que generalmente estudiaban lo mismo que yo –una ingeniería– , y con una edad cercana a la mía. En esta ocasión hemos formado un grupo más heterogéneo, tanto por formación – en el elenco hay estudiantes de la Real Escuela de Arte Dramático (RESAD) –, como por la edad (desde los 17 años, hasta nuestro director, el mayor de todo el equipo).
Así que la forma de trabajar y de relacionarnos ha sido muy distinta.
Además estaba acostumbrada a preparar las obras en un par de meses. Y hacer unas pocas representaciones en un solo sitio. En cambio, hemos tardado casi medio año en preparar ‘En la ardiente oscuridad‘. Y hemos actuado en distintos lugares, para una gran cantidad de público.
P.- Además de la interpretación, ¿qué otros aspectos te gustan del teatro?
El teatro me ha gustado desde muy pequeña. Actuar es lo que más me atrae. Pero siempre había querido probar con la dirección y la dramaturgia. Así que he decidido lanzarme al mundo del teatro breve.
Durante este otoño se está representando mi segundo texto, ‘Última primavera’, en distintas salas de Madrid. En esta obra han actuado tres de los actores que participaron en ‘En la ardiente oscuridad’: Nacho Benito, Juan Carlos Mesonero y Óscar Fernández. Y espero que podamos seguir haciendo teatro juntos.
Además, estoy dirigiendo un proyecto de teatro universitario en el que también participan miembros de Trotea: Antonio López y Elena Gil.
P.- ¿Cómo ves el futuro del teatro? ¿Te gusta la actual etapa?
Es difícil aventurar un futuro para el teatro. Ahora mismo veo que cada vez se tiende más a hacer montajes pequeños con pocos actores y una escenografía sencilla. Esta es la única manera de rentabilizar el trabajo, a menos que sea una superproducción, con una gran maquinaria de publicidad y mucha experiencia.
También creo que al público le gusta cada vez más la cercanía con el actor, sentirse parte de la historia. Por eso están triunfando las salas off de los grandes teatros, o los espacios alternativos y más pequeños
P.- ¿Cómo encuentras tu experiencia con Trotea?
Trotea me ha aportado muchas cosas buenas a lo largo de este año. He podido actuar en teatros en los que nunca me imaginé que podría hacerlo y he trabajado con gente muy buena.
Los compañeros han sido lo mejor que me llevo del grupo. Y cuento con ellos para próximos proyectos.
Ha sido muy bonito y gratificante trabajar con Aída Mediavilla y todo el elenco del Grupo Trotea en el montaje de «En la ardiente oscuridad».