FERTILIDAD, Andrés Pinar, 17-10-2010
Aventado del infierno,
sobre esta tierra fértil,
Reducido, agonizante
quedó el parpadeo
de la llama esperanzada de los años.
Allí sólo el abismo, el desdén
deshecho el tejido de la vida.
En el lodo de la muerte,
el alma amortajada
resbala, se hunde, no puede
y como llama pestilente estalla el dolor.
Ahora revuelve,
se revuelve
Sutil engarza
en el cruce fugaz
de tu aire vivo y elegante.
Un tinte de asombro
en tu alegría de mujer. Dando
pasos de baile hacia el amor.
Se expresa en un libro de poemas
que hace recuperar mi aliento, mi apagado impulso de vida.
Pensamiento nuevo, útil y fuerte,
tejido de dudas,
alentado por el ansia desmedida
del ser.